Ya está bien.

Cae la sanidad, cae la educación, cae el empleo, el pueblo pasa hambre, la brecha clasista de nuevo se abre, poco a poco dejamos de ser pobre y ricos para pasar a ser muy pobres y asquerosamente ricos, volvemos atrás en nuestros pasos, acercándonos a épocas cercanas a las ya vividas antes de 1975, poco a poco el pueblo muere, cada vez más, los de arriba se mofan de nosotros, ignoran a los pocos que abrimos la boca y fruncimos el ceño. Cada vez más movimientos de mareas independientes que luchan por lo suyo, menos trabajo conjunto, menos esperanzas, más miedo, incertidumbre y prohibiciones.
Estamos a un simple paso, de conseguir todo lo que queremos, un simple paso que debemos de dar todos juntos y juntas, un paso que requiere la responsabilidad ciudadana que tanto ha brillado estos años por su ausencia, en lo que a nivel general se refiere.
Estoy cansado de ser un referente de precariedad para Europa, un referente de pueblo sumiso para el mundo entero, y cansado de que se nos prohíba actuar como el pueblo, en el cual, reside todo el poder de cambio.