miércoles, 11 de septiembre de 2013

Injusta utopía.

   714 personas para una maldita plaza vacante, mal pagada y en un horario insoportable, largo y cansado, 815 personas para otra oferta de trabajo, en la que no hay sueldo fijo, solo lo que consigas vender, siendo el producto algo inútil, que no sirve y que hace que sientas que estafas a la gente por unos euros que ni por asomo recompensan tu esfuerzo. Solicitas, al igual que miles de personas un puesto de trabajo de una gran multinacional, que no contenta con las miles de solicitudes recibidas, decide descartar todas y de nuevo anunciar que esa plaza sigue libre. Después encuentras otro puesto en el que das el perfil, excepto por una cosa: Te falta experiencia. Pero...¿Cómo se supone que voy a adquirir experiencia en el mundo laboral si nadie me da la oportunidad de iniciarme en el mismo? Otros puestos, sin embargo, no piden experiencia, ni estudios mínimos, ademas te anuncian que son totalmente compatibles con estudios, otros trabajos y demás actividades extralaborales. Bien, si se supone, pongamos el ejemplo de un estudiante, que este buen emprendedor, decide estudiar y compatibilizarlo con un trabajo como el último detallado ¿Cómo se permiten la desfachatez de poner un horario que ocupe toda una tarde y parte de la noche? Este buen estudiante, ¿Cuándo va a poder dormir? Si precisa de las mañanas para asistir a clase, las tardes para trabajar y las noches para estudiar.
   Cuando un gobierno, permite que sus ciudadanos vivan con esta angustia, permite que las empresas los ridiculicen y casi esclavicen, y cuando no solo lo permiten, si no que además nos retiran ayudas públicas, derechos inalienables y todo se lo reparten entre los de las altas esferas es el momento de
que el pueblo invierta la situación.
   Permitirme que me enoje y no celebre con los que mandan que a 4.698.783 parados se le deba de restar tan solo 31 en el mes de agosto. Me parecen cifras ridículas que por medio de manipulación demagogia y conflictos políticos alejados del bien de la sociedad, están creando impacto en las personas que no ven más allá de sus narices y los vitorean y aplauden cómo si de héroes se tratase.
   Muy triste es esta situación, en la que no vemos obligados a plantearnos incluso abandonar nuestro país y probar suerte en otros, en la que nos vemos sin sueño y con miedo de perder nuestro empleo y más triste aún, cuando se comprueba que la situación de los de arriba, es totalmente inversa, es para los ciudadanos de a pie, una utopía.

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