Este proceso, esta busqueda de uno mismo a lo largo de la vida, está condicionado por miles de factores externos, que pueden en ciertos casos, frustrar dicha búsqueda. Una educación, tanto formal como informal, la consecución de objetivos a corto y medio plazo y la obteción de apoyo tanto personal como profesional, son algunos de los factores que potencian la realización de los seres humanos y su busqueda del lugar que le corresponde en la sociedad.

No obstante, hoy día, en pleno siglo XXI, en la era de la tecnología y las comunicaciones, parece que todo lo anterior ha sido borrado de nuestras cabezas, que todo esto, ha perdido valor, la inalienabilidad de esos derechos ha sido corrompida por el egoismo. Cada vez hay más dificultades para acceder a una educación de calidad, pertenecemos a una cadena de montaje, en la que solo se nos enseña lo que conviene, ya que no somos nosotros a penas, los que elejimos el sitio que queremos ocupar en la sociedad, sino que nos viene practicamente dado por la situación económica, política o social de cada uno. Esta pésima calidad de la educación frustra y desorienta a los individuos, que totalmente desmotivados por su incierto futuro se dejan arrastrar por la brisa de la ignoracia y el escalofrio de la infelicidad, arrastrada por el activismo al que se ven condenados. Cada vez más barreras, impuestas por la masiva competencia y la iresponsabilidad de aquellos hombres y mujeres que no miran por su pueblo, pues su único afán es mejorar egoistamente su situación.
Como en cualquier texto de los publicados, me encantaría plasmar mi opinión, pero esta vez considero que no es cosa mia y prefiero no influir en las ideas de nadie, pues cada uno debe de formar su opinión y trabajar desde ella.
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