lunes, 10 de diciembre de 2012

Diarios PIII. El final.





25 de diciembre de un año cualquiera, Alejandro:
  
Hola diarito, hoy estoy triste, porque hoy se tenía que haber celebrado mi cumpleaños y que ha venido Papa Nöel y encima han llegado mis notas del cole y he aprobado todo todito. Pero en vez de celebraciones solo me han dado castigos, porque no todo lo de mis notas era destacas. Encima se han enfadado mis papas porque el profe les ha mandado una carta diciendo que mi conducta no era la adecuada, porque en clase alguna vez he pegado a alguien. Lo que no entiendo es porque papá se ha enfadado por eso, ¿Acaso él no nos pega cuando no sabe qué hacer?
   Lo peor ha sido cuando papá ha llegado a casa y después de ver mis notas a pegado a mamá en la cocina gritándole que era su culpa y cuando me ha visto a mí, también me ha pegado, mientras que mi madre le apoyaba en sus palabras en contra mía. Supongo que para librarse de más golpes.
   La verdad, es que hecho de menos al papá que me sonreía y jugaba conmigo, porque últimamente solo me ve para gritarme o pegarme. Y encima mi madre también lo paga todo conmigo porque papá le da miedo.
   Encima en el cole se ríen de mí, porque siempre voy con heridas en la cara o cojeando. Pero a pesar de este día tan feo, hoy mi profe favorita me ha dicho que los niños que se quedan sin regalos de Papa Nöel pueden pedir uno solo a las hadas de la Navidad y ellas te lo darán a las doce de la noche. Yo he deseado poder volar para poder irme de aquí y sé que es un deseo que va a molar mucho. Y… ¡Ya son las doce! Me voy a escapar por la ventana. Adiós.

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