No es
la primera vez que escribo acerca de la soledad, pero quizás si sea la primera
vez que escriba sobre ella de esta forma, pensándola como la peor tortura, temiéndola
como si de la peste se tratase y es que no hay peor mal que la soledad, un
corazón que late por latir, sin motivo, sin ningún compañero con el que cantar
al unísono ni descubrir, ni vivir realmente.
"Solo es como vive todo aquel que no aprecia la compañía de los demás, solo es como vive todo ignorante de la vida".
Bueno, al menos la soledad nunca te abandonará.
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