La expulsón.

   Estimados padres del alumno, les informamos que desde el próximo día y hasta nueva orden su hijo quedará expulsado del centro educativo debido a su completa falta de educación y agradecimiento hacia sus profesores. Asimismo, pongo en su conocimiento...
-¿Qué lees tío?- Interrumpió la lectura un amigo.
-Pues nada tío, que me han hechado del insti y me acaban de dar la carta de expulsión.
-Jajaja, pero que cabrón, ¿Qué as liado para que te hechen?
-Nada tío, esque por lo visto, el negarse a ser un sumiso ahora es una falta de respeto intolerable, que los considerados adultos llevan fatal.
-¿Cómo? No lo entiendo- Contestó mi amigo confuso.
-Bueno haber, empiezo a explicarlo todo desde el principio tío, que sino, no pillas nada.
-Jeje, si mejor que empieces por el principio.
-Pues esque por un lado el problema surge con una profesora, la cual pesa unos 100 kilos, gramo arriba, gramo abajo.
-¡Ya sé por donde van los tiros!- Exclamo mi amigo conteniendo la carcajada inminente.
-¡No! no esque ella sea obesa, sino que digo que pesa 100 kilos porque de su espalda cuelga la pesada ignorancia, pues es la típica persona que con valentía defiende la diferencia de razas entre los seres humanos. Argumento al que me costó no responder de manera humillante hacia su persona.
Como comprenderas con una persona así en la actualidad, no es dificil tener encontronazos, más facil és conseguirlos cuando ve que sus servicios como profesora de ingles quedan casi anulados por alumnos aventajados que saben más que ella, alumnos a los que ella rebaja el nivel para que no aprendan más por simple envidia.
-Menuda zorra- Añadió mi amigo.
-Y que lo digas. Pues bien, esta persona a la que tachas de zorra, tras unos pequeños encontronazos conmigo, delató su infantil actitud y como venganza dió quejas a la direccion sobre mi persona, insistió en mi expulsión y evitó que asistiese a sus clases.- Dije, cada vez con un tono más elevado.
-¿Y qué pasó?
-Pues aquí termina la primera parte de la historia, aunque tengo una conversación pendiente con esa persona cegada por la contagiosa estupidez.
-¿La primera parte?-. Preguntó intrigado mi amigo.
-Si, esque la otra parte viene de muchísimo antes y como protagonista otra profesora si cabe, más imbecil.
-Joder, que cariño tienes a tus profes colega.
-Jeje, ya ves-Dije con aire bromista- pero el caso esque esta profesora se considera una profesional, lo cual inmediatamente la coloca en un lugar superior a nosotros, sus alumnos, y se otorga un puesto vitalicio, por el cual según ella tiene poder para humillarnos, meterse con nosotros e incluso atentar hacia nuestra dignidad de las maneras más violentas.
-¡Ostias! y yo llamando zorra a la otra-Añadió el amigo.
-Bueno pues el caso esque el otro día esa profesora, vió que no era mi día, y lejos de evitar mi particiación en clase comenzó a rascar para que mi genio saliese a pasear. Primero me cambió de sitio injustificadamente, pues el sitio en donde me hallaba era mio desde el comienzo del curso y nunca me habia cambiado. En segundo lugar, cuando acabamos de ver el video que usa como su propio sustituto, me pregunto que es lo que hacía allí en su clase, a lo que yo, siguiendo un razonamiento infalible conteste: " en el horario indica que toca historia".
-Una respuesta lógica-añadió mi amigo.
-Eso dije yo, pero cuando ví que ante esa respuesta, la profesora quedose sin argumentos no pude evitar mi cara de satisfacción, la cual derivó en que esa persona me expulsara a la dirección del centro el cual tras este último altercado, ha procedido a mi expulsión, que es más fácil burocráticamente hablando que el despido de dos incompetentes las cuales estan blindadas por ser funcionarias.
-¿Y por eso es por lo que te an expulsado amigo?
-Ya lo creo macho.
-¡Ridículo, solo me sale eso tío, ridículo.
-Lo sé a mi me pasa igual, encima, luego me vendrá preguntando el jefe de estudios que qué es lo que me pasa, que yo era un buen chabal y que yo soy el que más tiene que perder en un enfrentamiento con esa gente.
-¿y as pensado en lo que le vas a decir?-Pregunto ansioso mi amigo.
-Pues no la verdad, aunque le contaré un breve resumen de lo que te acabo de contar, que aunque sea buen chaval, tengo límites, que hasta día de hoy desconocía que fuesen tan flexibles y le diré que quizás sea el que más tiene que perder, pero no el único.

   Soy una hormiga en guerra con los zapatos, una mosca inmune a los insecticídas, un desconocedor de la palabra sumisión y ante todo una persona que ante injusticias nunca cede sino que vence.