jueves, 31 de marzo de 2011

El luchador y su sendero.

   Un grito ahogado por el silencio, una luz que se desvanece en la sombra, el enfrentamiento de los elementos, es lo único que percibía en ese momento. Mi cara ardía y por mi espalda viajaba un escalofrio que a su paso dejaba los vellos de punta. Es curioso cómo se actua cuando te enfrentas a una de las decisiones más importantes de tu vida, pues en ese momento tan solo ves dos salidas, emplear todas tus fuerzas en huir o plantar cara.
   Llevo toda mi vida esperando el momento de encontrarme en esa situación, esperando a verme frente a la decisión la cual he ansiado desde hace muchos años. Por fin el día llegó, y tan solo pude notar como el suelo desaparecia de debajo de mis pies y repentinamente me veía cayendo hacia la nada. Por suerte en la caida conseguí agarrarme a un saliente con todo mi empeño, y cuando trepé hasta la explanada, el sendero que se mostraba ante mi era practicamente inaccesible, avancé pero pronto un salto de 7.5 metros me separaría de seguir por el sinuoso camino. Al principio busqué otras maneras de seguir, y cuando las hube encontrado y estaba dispuesto a seguir por ellas, tropece con un viejo cartel medio enterrado que había pasado inadvertido a mi vista, en el cartel ponía: "Bienvenido al sendero de la constancia". En ese momento por mi cara se derramaron muchas lágrimas, no de pena, ni de alegria, sino que lloraba por que estaba orgulloso de mi mismo. Encontré el camino más dificil de todos, el cual había anhelado toda mi vida y casi sin darme cuenta ya estaba aterrizando en el lado opuesto del salto y solo pensaba en correr más rápido para demostrar lo que me propuse de pequeño, que nada es imposible aunque todo esté en tu contra.
   "Un luchador es aquél que solo abandona el sendero si cree que fuera de este encontrará un camino más dificil,es el que siempre busca el fracaso para derrotarlo y el que no sabe pronunciar las palabras me rindo".

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