sábado, 28 de marzo de 2015

Patriota, no idiota.

Populista, humillante, ofensiva e incluso temida puede ser la palabra patriota. confundida en ocasiones y en otras manipulada, es una palabra que me enorgullece, me gusta decir que soy patriota y pese a ello, no me avergüenzo de decir que mi patria da pena. Da pena por culpa de aquellos que se hacen llamar patriotas siendo en realidad egoístas. Hablo de esos egoístas que suben a sus altos cargos y nos privan de los derechos que nos ofrece nuestra patria, nos aíslan de una vida normal, nos quitan de aquí y de allí y nos piden que hagamos un esfuerzo, que demostremos nuestro patriotismo mientras ellos y ellas siguen teniendo coches de lujo, casas inmensas, servicios privados a su servicio y un sin fin de beneficios que un verdadero patriota no aceptaría, pues ser patriota es sentir amor por su tierra y por la gente que habita en ella. Ser patriota no es hacer el saludo que ya en antaño usaban los alemanes al frente de Hitler, no es mostrar una bandera anticonstitucional y mostrar un carácter despectivo hacia aquellos que no nacieron en esta patria. Todo eso es ser un idiota, no un patriota, pues ser lo segundo conlleva luchar por tu país, pero no por los que lo gobiernan. Es ayudar a los demás, unir fuerzas y mejorar como personas, como sociedad, como patria.
Día tras día veo como cala la ignorancia en esta sociedad, cada vez más xenófoba, homófoba, machista, retrograda y clasista. A golpe de falso patriotismo avanzamos por la senda equivocada y seguimos pensando que es lo mejor para una España cada vez más desestructurada, desigual y pobre. Asisto a manifestaciones y veo mucha gente patriota, que lucha por su España, que lucha por un cambio, pero todos esos son ignorados por los políticos egoístas que nunca sabrán que es ser patriota, pues el amor que ellos muestran es hacia sus riquezas, sus bienes y no es mostrado hacia su tierra.

"Por mi gente, por mis iguales, por mi patria, por mi España, lucharé".




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