domingo, 18 de noviembre de 2012

Diarios. Parte I



25 de diciembre de un año cualquiera, Manuel:
Buenas noches diario, no sé ni como empezar a escribir después del día de mierda que llevo y es que hoy me ha tocado trabajar, gracias al hijo de puta de mi jefe, el mismo que lleva todo el mes de vacaciones. Llevo ya 2 años sin poder pasar las vacaciones con mi familia, aunque bueno… tampoco me pierdo mucho. Encima el gilipollas me ha mandado un correo notificándome que me va a bajar el sueldo para el año que viene y adjuntándome unas fotos de su nuevo coche y su mansión. Sé  que es para reventarle la cabeza, pero…¿ De qué serviría? Me despediría.
Cuando ya salí del curro, cogí el coche para volver, pero estaba averiado y me tocó esperar 2 putas horas a la grúa. Cuando ya por fin entro en casa con las pelotas hinchadas, me encuentro con que nadie se quedó despierto esperándome y que ni siquiera tengo la cena hecha.
Sé que no debería de haberla pegado, pero después de no haberme hecho la cena, pedir dinero todo el día y después del día que llevo, qué iba a hacer, no vi, ni veo otra opción lógica, además no se puede quejar que me duele más a mí que a ella.
Mientras cenaba estaba pensando en que por fin acababa esta mierda de día pero mi mujer se me acercó con un papel y resulta que el niño no trajo unas notas decentes y me veo obligado a escarmentar al niño que ya dormía. Si mi mujer lo educara bien, no hubiese cobrado y ambos lo saben.
Me voy ya a la cama, mañana quemaré esta mierda de diario. Ya sabía yo que esta tontería que nos propuso la psicóloga no ayudaría.

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