Algo tan simple como la ropa
configura como somos, el propio peinado que lleves o simplemente la melodía de
tu celular. Así por ejemplo, y sin pretender potenciar los estereotipos,
podremos deducir a rasgos generales, que una persona con ropa ancha, zapatillas
anchas y gorra de visera plana, es una persona que simpatiza con el movimiento
Hip-Hop. Podría poner diferentes ejemplos, pero no es el fin último de este
texto centrarse en ese aspecto. A donde quiero llegar es a lo siguiente: Hemos
llegado a un punto en el que no somos nosotros los que con nuestra apariencia
configuramos lo que queremos mostrar, este fenómeno se ha invertido y es ahora
cuando nuestra apariencia reina sobre nosotros. Se puede decir que se han
establecido unos cánones los cuales las personas deben seguir para conseguir la
apariencia deseada y esto es lo que nos está destruyendo, destruye nuestra
riqueza cultural, social y personal. Pues por ejemplo y retomando el anterior,
solemos adjuntar al perfil anteriormente detallado como una persona que no
tiene estudios, que seguramente realice un regular consumo de drogas y pase la
mayoría del tiempo en su casa o con sus amigos pero no haciendo nada
productivo. Sin embargo, al ver una persona con ropa negra, alguna pulsera de
pinchos y pelo largo, la mayoría de personas lo relacionarán con el perfil de
un heavy, probablemente adicto a la cerveza, que participa probablemente en
algún grupo de música y que nuevamente no tiene demasiados estudios. Si vemos a
una muchacha bien vestida, con marcas que reinan sobre la moda, conduciendo un
coche y en el asiento del copiloto una carpeta, la culparemos de ser una niña
de papá, que seguramente estudie en lo privado y que le guste la música pop,
indie o similar.

Pero esto no queda aquí, el
peligro comienza a materializarse cuando los medios usan este fenómeno social,
para manejar a las masas, acusando de radicales a unos o de conservadores a
otros, nos vuelven unos contra otros y sin darnos cuenta entramos en su juego,
como marionetas manejables y de esto también saca partido el gobierno y los
lobos que también intentan acceder al poder del mismo. Su objetivo el volver a
sus simpatizantes contra todos los demás pero de una manera tan elegante e
inteligente que ni siquiera lo llegamos a sospechar.
Por lo tanto, tenemos que tener
mucho cuidado y ser más observadores con lo que nos rodea, pues no creo que
aunque los medios lo digan, todas las personas adineradas deban ser enemigos míos
por ser de izquierdas y no todos los de izquierda deben ser mis amigos.
“En la diferencia está la riqueza humana, no lo sustituyamos por odio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario