-Hola mami.
-¿Qué tal el colegio?.
-Bueno... Muy aburrido la verdad, es todos los días lo mismo. Pero bueno es lo que toca ¿no?
-¡Hijo mio! Pero por qué dices eso, ¿Es qué acaso no quieres seguir estudiando?
-No es eso mamá, es que...
-Lo que sea hijo, me lo puedes contar.
-Bueno verás..., es tan solo que estoy harto, harto de asistir al instituto día tras día para comprobar tan solo que el deficiente sistema educativo nos conduce hacia una pasividad mental que nos deja a merced de la actual sociedad consumista, un sistema educativo que, resumidamente, nos convierte en esclavos ignorantes.
-Pero... cariño ¿Dónde has oído tal sarta de estupideces?
-Pues verás mamá, ese es el problema, que todo el mundo lo considera una estúpida sarta de mentiras o sandeces, pero, esto que te acabo de decir es el testimonio de los que en un pasado se negaron a ser esclavos de la sociedad, de los que en el presente aún se niegan a serlo, el testimonio de los que nos negamos a que nuestro pensamiento sea manipulado, mi testimonio.
-¡Ay! ya decía yo que un niño que no ve la televisión muy normal no podía ser, y menos con amigos como los tuyos, con esas ropas anchas y... bueno mejor me callo que me pierdo.
-No te preocupes mamá, se que quien habla no eres tu si no la ignorancia a la cual sirves. Y recuerda una cosa: La edad no determina la inteligencia, pero si los actos de cada persona. Los jóvenes no somos el futuro en sí, somos los autores del mismo, y tú mamá, tú y los demás esclavos de la ignorancia sois la censura de los jóvenes,de los autores del futuro, la represión de la Revolución.
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